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martes, 9 de junio de 2009

SABRÁ TU NOVIA QUE ESCUCHAMOS MORRISEY



Tu espalda desnuda marcó mi número de teléfono y yo lo cogí a la cuarta mirada. Mi negativa a tu primer ofrecimiento fue mi primer farol. Tú volviste a repartir las cartas y me desplumaste el corazón. Tu simpatía entre idas y venidas era una pequeña película con final abierto. Unos brazos amigos te acogieron en mi lugara y a mis celos les dio por sonreirte. La ironía se convirtió en mi amiga, pero la tuya era más inteligente y se rió de mí. Cambiamos el fin de semana por pedir la misma canción, y yo me llevé tu complicidad, él se llevó los labios por los que yo maté la vergüenza. Una simpática sonrisa quiso cambiar la visión de mis ojos y encubrirte, pero la realidad es muy graciosa y ambos sucumbimos a una carcajada cómplice. Cómo va a recriminar el diablo las maldades de sus discípulos, hace tiempo que me quité la paja de ambos ojos y le di todo mi amor a la libertad. Esa palabra para la que se inventó el lenguaje y que su hermosura nunca podrá ser tapada, por mucho que algunos la quieran teñir de rojo. Yo no sé si te busco un minuto, una noche o todas las vidas que me quedan. Sólo sé, que mientras nuestra canción no deja de repetirse, yo sólo espero volver a compartirla con tu mirada.

miércoles, 3 de junio de 2009

PECADO ORIGINAL


Me miráis con atención buscando ver mi fallo, ese parpadeo que me delate, el tartamudeo del mentiroso y el sudor del manipulador. No busquéis más, que yo os lo regalo, todo en mi es falsedad, el mayor de los engaños, cuando el ser se convierte en nacer. Mi mentira es ser humano y aglomerar los defectos de la historia. Por eso hace tiempo que comprendí mi camino, que busco la redención de mis pecados, y emprendí mi cruzada personal hacia la deshumanización, la búsqueda de mis instintos, la sabiduría de la racionalización animal. Intento redimir el pecado original de pertenecer a la peor raza que ha pisado este azul planeta. Soy una partícula de lo que acabará con todo, representación del ego más pueril, del culto al yo que nunca debió existir, miembro de una globalización que mata por masturbación y no se da cuenta de que su grandeza es el mayor de los infiernos. Por eso universo sabio líbranos del mal y concédenos la desaparición. AMÉN.